Manuel Salvador Ruiz, conocido como Salvo Ruiz fue un músico y cantante Antioqueño nacido en el municipio de Concordia, Antioquia, el 15 de julio de 1878 y fallecido Medellín el 1° de abril de 1961 a la edad de 82 años. En su municipio natal tiene erigido un monumento en su memoria.

Es considerado el creador de la trova paisa. En compañía de Antonio José Restrepo, «Ñito», dejó este importante legado a la identidad cultural antioqueña, el cual ha trascendido a toda Colombia.

Como buen trovador, el sentido del buen humor era parte irrenunciable de su carácter y sus trovas, y el cual estaba acompañado también por su vena poética. Él mismo alcanzó a escribir su propia biografía en versos, por supuesto, que fue publicada en su libro Coplas y trovas, que recopila muchas de sus composiciones poéticas. Así inicia la historia de su vida contada a partir de 28 estrofas:


“Al mundo doy a saber
que fui nacido en Concordia
Departamento de Antioquia
República de Colombia.

El que quiera conocerme
soy Salvo Ruiz el de Elena
que llevo sobre mis hombros
más de ochenta nochebuenas.

Mi pobre madre me crió
envuelto en una pobreza
que nos cubría todo el cuerpo
de los pies a la cabeza.

En una escuela rural
aprendí a juntar las letras
y por mi facilidad
no me quedé analfabeta.

Y sin ir a los colegios
los copleros me respetan;
¡qué tal que hubiera estudiado
dónde fueran los poetas!”

Esa referencia a una vida pobre está presente en muchas de las composiciones poéticas de Salvo Ruiz. Su nieto recuerda, gracias a lo que su familia le contaba, que la infancia de Salvo en el Suroeste estuvo llena de dificultades. Aunque su padre lo reconoció como hijo, nunca llevó su apellido y nunca vivió con él, su crianza estuvo a cargo de su madre Elena, a la cual Salvo nunca desamparó y siempre recordó en sus coplas y trovas.

 

“Cuando Elena se murió
quedó Salvo en un conflicto
bregando por consolarse
viéndose tan huerfanito.

Y alguno me preguntó
¿por qué está triste Salvito?
Yo le contesté llorando:
“será de verme solito”.

Desde entonces vive Salvo
tristemente llorosito
y la pena taladrando
matándome a pedacitos.

Todo termina o prescribe
o calma por un ratico
pero mi acerbo dolor
siempre vive fresquecito”

Así recordaba Salvo la muerte de su madre Elena, quien, según Baudilio, era “destronilladita”: “Pa’ él salir a conseguirse la vida por fuera, tenía que dejar a la mamá amarrada a la cama porque era algo destornilladita, así se podía ir tranquilo y volver a ver por ella, porque Salvo fue el único hijo que vivió con la mamá”. Elena fue siempre una de sus grandes inspiraciones y una mujer por la que trabajó mucho desde pequeño.Salvo Ruiz y Jose Ñito

Salvo era bien conocido en las fondas y las posadas arrieras por sus grandes capacidades como trovador. Precisamente la arriería es uno los principales referentes históricos de trova antioqueña, ya que los arrieros fueron los que más la cultivaron, disfrutaron y difundieron. “En horas de ocio, los arrieros se dedicaban a cantar las trovas pulsando tiples, a contar historias de fantasmas y aparecidos o a enamorar las mujeres de la región. Y si era fin de semana, todo terminaba en grandes fiestas, pues allí se encontraban con los campesinos que llegaban a las fondas para disfrutar, hacer torneos de coplas, de tejo y, por supuesto, jugar la baraja y el dado”

Allí Salvo trovaba continuamente con muchos otros reconocidos trovadores de la época: Manuel Antonio Ortiz, Celestino Mejía, Justo Pastor Correa, Florentino Londoño, Fernando Zea, Manuel Rodas, Saturnina Balsán, Zoila Toro, entre otros. Y, por supuesto, con Antonio José Restrepo, mejor conocido como ‘Ñito’ Restrepo, quien además de ser abogado, periodista, diplomático, filósofo, filólogo y escritor, nunca perdió sus raíces antioqueñas y cada tanto volvía al Suroeste a trovar y a disfrutar de su tierra.

Salvo siempre recordaba su primer encuentro con ‘Ñito’ Restrepo, quien ya era un trovador de renombre, mientras él apenas daba sus primeros pasos en la trova.


Fuente:

Trovantioquia
Ruiz, Salvo (1980). Coplas y trovas. Medellín : Bedout
Ibíd.
Gobernación de Antioquia (2007). Arrieros somos, forjadores de vida. Medellín: Casa Editorial El Mundo.

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