Científicos de la Universidad de Illinois (EE.UU.) realizaron una investigación sobre extractos obtenidos de residuos del grano de café y descubrieron que algunos de sus componentes son capaces de prevenir una variedad de enfermedades crónicas relacionadas con la obesidad, incluyendo la diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares, según su estudio publicado en la revista Food and Chemical Toxicology.

Además de ofrecer nuevas opciones para prevenir dolencias crónicas, el uso de estos elementos también podría reducir notablemente los desperdicios resultantes de la producción de café.

El estudio se centró en dos partes del grano de café: la piel y la cáscara, que normalmente son desechadas durante el proceso de tostado y que contienen el ácido gálico y el ácido protocatecuico. Extractos de estos compuestos bioactivos fueron puestos a prueba en ratones, y el experimento demostró que generaban un aumento en la sensibilidad a la insulina, mejoraban la capacidad de las células para absorber la glucosa y reducían la inflamación causada por la grasa.

os científicos creen que agregar estos extractos a la dieta puede tener un efecto preventivo contra estas enfermedades. Al mismo tiempo, subrayan que el hallazgo contribuiría a una producción con cero deshechos, ayudando a reducir los residuos del procesado del café, que llegan hasta las 1,16 millones de toneladas al año.

«Una vez los productores evalúen su valor, tratarán estos materiales como un ingrediente en lugar de un desperdicio», explica Elvira González de Mejía, profesora de la Universidad de Illinois y coautora del estudio.

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