Segmento del prologo del libro “EL PAISA Y SUS ORIGENES” en homenaje a su autor
RICARDO SALDARRIAGA GAVIRIA.
La historia del Paisa hay que reescribirla, porque hasta ahora ha sido frecuentemente enmascarada, camuflada, desfigurada y mutilada; con este trabajo sólo queremos iniciar un proceso. Para el estudio de las etnias Paisas será necesario fomentar en el futuro las investigaciones interdisciplinarias, porque la historia del pueblo es muy compleja, así como también será un fascinante argumento para múltiples estudios, principalmente en el tema antropológico, como esperamos poderlo demostrar en este breve ensayo; así mismo consideramos que debería dársele prioridad a las investigaciones etnográficas, arqueológicas y lingüísticas.
La obra «El Paisa y sus Orígenes» debe servir para recordar viejas historias, para pasar unas horas de lectura atractiva, y para comprender ciertas circunstancias de nuestros antepasados ya olvidadas; el estudio de nuestras etnias debe gravitar con fuerza sobre nuestra vida cotidiana y debería ser parte de nuestros textos escolares. Tomando en consideración los cinco siglos de la influencia Española en nuestras regiones, aspiramos poder sintetizar esta amplia temporada en pocas páginas del libro. La amalgama de la cultura Paisa en los últimos 500 años es tan extraordinaria que apenas nos fue posible desentrañar una pequeña parte de ella. Insistimos en la necesidad de efectuar sobre nuestras tradiciones Paisas, investigaciones más amplias y profundas; pensamos que también hace falta una reinterpretación general de nuestra historia, a la luz de las relaciones que existieron entre los conquistadores y los conquistados, entre los colonizadores y las etnias explotadas y aculturizadas, en cuya encrucijada se hallaron colocadas estas primeras sociedades indígenas, mestizas, negras, mulatas y españolas.
Los cronistas y muchos historiadores solían centralizar la historia, únicamente en la descripción de la gesta de los militares, de los exploradores y de los conquistadores, así como en las proezas que hicieron los colonizadores, para enseñar y extender las costumbres castellanas; pero olvidaron las otras facetas de la historia y de las evolucionadas culturas indígenas. Hicieron muy poco por conocer o describir los sabios conocimientos de los indígenas, en etnobotánica, en etnozoología y en etnomúsica; no narraron sus hábitos familiares, ni las leyes de parentesco que los unían, ni las técnicas que manipularon en sus quehaceres; no describieron las penurias y las angustias que tuvieron al perder a sus hijas e hijos, arrebatados por los encomenderos y por los mineros Españoles. Sin una información integral, la historia parcial pierde su real significado y su imparcialidad, ya que se relata sólo los sucesos de los gobernantes. Es necesario abrir nuevos o viejos campos para los investigadores.
Algunos de nuestros relatos, de pronto devastarán o vulnerarán dogmas históricos; es posible que enciendan y desaten contiendas entre arqueólogos e historiadores; pero lo único que deseamos es que se abran interrogantes sobre nuestras culturas Paisas. Poco a poco el público comenzará a comprender que uno de los propósitos más importantes de la educación, es la convivencia pacífica entre los grupos de una población por variada que sea, así como los conocimientos de las tradiciones que les dieron identidad y ampliaron el alma nacional. El estancamiento y la imitación de otras culturas foráneas, siempre han llevado a empobrecer la creatividad y a destruir el principio de identidad.
Ver También
Diccionario Paisa
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